- Acabo de mirarte a los ojos vida mía, y eh visto en la oscuridad de tus ojos un centello de oro; ante tal voluptuosidad mi voluntad se ah detenido. He visto brillar una barca de oro balanceandose y naufragando en las aguas, y de esa barca se balanceaban señales!
Tú, haz dirigido una mirada hacia mis pies ansiosos de bailar, una mirada inquieta, sonriente, inquisitiva, insinuante.
Entonces yo salté a tu encuentro, pero tu retrocediste y escapaste de mi.
Entonces yo di un salto y me retiré de ti; pero tu te detuviste y diste la vuelta para mirarme con ojos anhelantes.
Tú eres atractivo, inteligente, inquisitivo y descubridor, quien no te iba a odiar por eso? Y quien no te amaria por, inocente, rapido como el viento, impaciente y de mirada infantil?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Me encantó, auque lo que escribiste es muy personal, describes perfectamente el poder de una mirada.
Publicar un comentario