lunes, 4 de octubre de 2010

Un hombre ah vivido



Escucho silencio, atravesando instantes de irrealidad mientras el espíritu susurra comprensión profunda y claridad.

Respiro paz, me fundo al viento, amando la silenciosa soledad donde se aprende a vivir descubriendo el infinito en cada instante. Todo nuevo y a su vez todo eterno, todo placer quiere una profunda, muy profunda eternidad.

Todo enamorado, enamorado de la luz del sol que en su alborada una nueva ilusión prueba hablar entre las cosas, ahí en la ilusión se encuentra la certeza del refugio seguro, el techo, la comida, pero también se encuentra la duda, la ansiedad y el sufrimiento, yo no soy de las conciencias dormidas que desprecian el dolor, de las que viven preguntándose ¿qué es lo que hay en realidad? A lo cual respondería: “la vida es un instante. Llamas que se olvidan, cenizas que el viento atrapa”.

Yo no soy de las conciencias dormidas que le temen al fracaso, por el contrario eh extirpado esa palabra del vocabulario, yo soy de las conciencias que con los brazos abiertos reciben al señor riesgo, para danzar sin tapujos la canción que derriba, lastima, enseña y es protagonista de una historia que no se olvida, porque tenemos la seguridad de que, aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa. Y te decimos: Observa!, reacciona! , Intenta!, Elévate, baila, la vida es una sinfonía, tragedia en medio de alegría.

Es aquí cuando la locura se hace presente invadiendo el Ser, a pesar de ello, sabemos que la fuerza está en ese misterioso amor.
Seguramente un día el alma caerá del cuerpo y será empujada detrás del velo que flota entre el universo y lo desconocido.

En la espera, que reine la felicidad. No se sabe el inicio, no se sabe el final.

1 comentario:

Renton dijo...

Hermosa tu escritura "Elévate, baila, la vida es una sinfonía, tragedia en medio de alegría" un gusto leerte.